“El arte de crear danzas” Doris Humphrey

By Matter-Jordan

"Lo imprevisible de la contienda, el desequilibrio con que oscila la gravitación del desenlace, sin contar el compromiso
emocional, dejan una gran impresión de la pauta irregular, y a todos les resulta
estimulante cuando se produce. Tal vez sea en gran parte inconsciente, pero existe. Los
proyectos utópicos de sociedades perfectamente equilibradas eliminando la horrible
competencia, donde todo se proporciona equitativamente y se descarta lo imprevisible,
naufragan en los escollos del tedio. La seguridad es esencial para la felicidad humana en
ciertos aspectos, pero no en todos. Así lo afirmó Nietzsche hace tiempo en su análisis de
la sociedad griega. Percibió claramente que el ideal griego de moderación y equilibrio
en todo era apolíneo, pero que sabiamente se evadía de la monotonía en sus ritos
dionisíacos. Vivía en el hombre apolíneo el Dionisio, el deseo inextinguible de
excitación que quebranta todas las reglas, gratificando la pasión por lo desapacible, el
ansia de librarse del equilibrio racional. La danza es una experiencia a la que se exige
emoción, y en este sentido es dionisíaca."