El experimento del cerebro en una cubeta parte de la idea, utilizada en muchas historias de ciencia-ficción (véase por ejemplo las novelas El cerebro de Donovan, Diarios de las estrellas, de Stanisław Lem, la película The Matrix de Larry y Andy Wachowski o el concepto de los cefalomos de Agustin Rojas), de que un científico loco podría sacar el cerebro de una persona de su cuerpo, introducirlo en una cubeta llena de un líquido que lo mantuviera vivo y conectar sus neuronas mediante cables a una supercomputadora que le proporcionaría impulsos eléctricos idénticos a los que recibe un cerebro en condiciones normales.
De acuerdo con estas teorías, la computadora estaría simulando una realidad virtual (incluyendo respuestas apropiadas a las interacciones del propio cerebro) y la persona a la que pertenece el cerebro continuaría teniendo experiencias completamente normales sin estar éstas sujetas a objetos o eventos del mundo real.
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