"Cada hombre es muchos hombres, a lo largo de los años, hombres tan distintos entre sí que, si alguna magia los pusiera cara a cara, se verían como extraños, y apenas sabrían hablarse. Por eso existe la memoria, esa compleja urdimbre de astucias y trampas, cuyo principal componente no es el recuerdo sino el olvido, encargado de ir borrando sin descanso a todos los que fuimos para que el que somos no se enrede y tropiece en la maraña de sus discrepancias. La memoria es la garantía de la identidad no porque preserva al que fuimos en el que somos, sino porque lo anega y lo honra. Así, los hombres de ayer se están desenvolviendo constantemente en el de hoy, así como el de hoy se disolverá eventualmente en el de mañana. ¿Pero que sucede cuando nos enfrentamos inesperadamente no a un recuerdo trabajado por el olvido, sino a un registro bruto, un rastro del pasado, sea un diario, una carta, una foto olvidada, o en la súbita, aniquiladora irrupción de la memoria involuntaria, que de un plumazo borra el ilusorio presente y reinstala en su lugar al imborrable pasado? Entonces el hombre que fuimos avanza a grandes trancos, mientras lo miramos paralizados, aferrados con pánico de usurpador a los brazos del trono de la identidad para que no nos saque de un empellón y siente en él sus reales."
(Un yuppie en la columna del Che Guevara,Carlos Gomero )
Extraido de un  lindo blog: http://entornalapuerta.blogspot.com/

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